martes, 23 de agosto de 2011

Morir Luchando Y No Por Cobarde ..


                               Morir Luchando Y No Por Cobarde
Mi Nombre es Claudia García Cedeño, Tengo 20 años, Vivo en Esmeralda.
Esta es mi Historia….
En el año 2002, empecé con molestia en mi cuerpo, me dolía muy fuerte la espalda y los ganglios se me inflamaron. Tenía 5 Meses de haberme comprometido con Ramiro. Fuimos al médico y me hicieron exámenes en los cuales, supuestamente, no tenía nada malo, al contrario me dieron una linda noticia, que tenía un embarazo de más o menos 3 semana
– ¡Que alegría!                             
Bueno, solo decía seré madre tan joven. Pero era algo hermoso y tanto él como yo estábamos muy felices. Sin embargo, las molestias continuaban, me llevaban de un médico  a otro  y nada, me hacías exámenes y decían que no salía nada, y los ganglios continuaban creciendo, cada día eran más grandes, y el dolor de espalda seguía
De  pronto Salí menstruando, y yo decía: que paso Dios, si los médicos me habían dicho que estaba embarazada, ¿Por qué menstrúo? Me llevaron de inmediato al médico, me hice ecografías y el resultado decía que tenía un embarazo fuera del útero y no se pudo hacer nada porque el  embarazo era de poquitas semanas.
Se acabo todo, felicidad, ilusiones, absolutamente todo.
Las molestias continuaban, el dolor de  espalda ya era insoportable, tenia mucha fiebre, tos y los ganglios estaban bien grandes, y en poco semanas era una chica light. Estaba muy delgada, me daba rabia con las otras personas, como si ellas tuvieran culpa de lo que me estaba pasando.
Me sentía muy mal, me internaron en un hospital en la ciudad de esmeraldas. Para mi todo era extraño, pues nunca había estado ingresada en un hospital, miraba a las demás personas que se encontraban ahí, y me decía: -Ay Diosito, cuantos días estaré aquí-, me sentía tan mal, creía que me iba a morir, las demás personas que se encontraban hay me preguntaban que tenia, y no le respondí nada, no quería hablar con nadie. Recuerdo que no me podía ni sentar, el dolor me doblegaba y la tos no me dejaba comer, sudaba mucho por las noches. En ese hospital me hicieron varias radiografías y los médicos no daban un diagnóstico, decían que sospechaban que era una NUEMONIA. A mí me dabas iras, pensaba que eran tantos exámenes y no decían que tengo.
Pasaban días y noches, y yo ahí. Mi familia y Ramiro estaban desesperados, ya tenía 15 días en aquel hospital y no mejoraba; estaba cada vez mas flaca, entonces decidieron pedir el alta para llevarme a otro medico.
Salimos de ahí y me llevaron donde otro especialista, me mandaron otras recetas y mejoría para mí no había. Era tal la desesperación que me llevaron inclusive donde unos curanderos. Después me llevaron hasta Santo Domingo, allá también visitamos a médicos, curanderos  y yo seguía igual. Me quería morir; Decía: -ya bata Dios, si es mi tiempo de morir, basta ya. Ya no mas experimentos –
Después de un largo viaje desde Esmeralda hasta San Vicente –Manabí, llegamos a las 12 del día al consultorio del Dr. Daniel Yankis, me hizo ecografías y le dijo a mi padre que me llevaran a Portoviejo, donde la Dra. Ruth Armijos, nos dio la dirección y el teléfono.
Recuerdo bien  lo que el doctor le dijo a mi papi: Por favor, llévela lo más pronto donde la doctora, no la lleve donde ningún otro médico.
Nos regresamos a Esmeralda, después de dos días fuimos a Portoviejo, viaje con Ramiro, pues el tenia una hermana que vivía en Portoviejo, nos hospedamos en la casa de ella. Al día siguiente fuimos donde la Dra. Ruth, agarramos turno y nos sentamos a esperarla. Para mí fue sorprendente conocer a la Dra. Ruth, desde el primer momento que la vi tuve fe. Había estado con tantos médicos y no habías encontrado un medico tan amable como ella. Le explicamos todo, me dio órdenes  para exámenes, y una pastilla para los dolores y la fiebre.
Al siguiente día me realicé los exámenes, me sentía mejor, el dolor de espalda había disminuido, ya no tenía fiebre. Me hicieron una biopsia, tenia tanto miedo, creí que era my doloroso pero no, el Dr. León me dijo: Tranquilita, que solo va a doler la pinchada de la jeringuilla, y así fue, me sacaron un ganglio, me cosió y listo.
Pasaron dos semanas y tuve consulta médica.  Los resultados de los exámenes estaban listos. La doctora me dijo que tenía un “Un linfoma de Hodgkin” y que el tratamiento era, aproximadamente, de 8 meses y había hacerlo en SOLCA. (Sociedad de lucha contra el cáncer ) Yo no sabía que era Linfoma, y el miedo a saberlo hizo que no le preguntáramos, tan solo le dijimos a la doctora, Okey nos vemos en SOLCA.
 El solo saber que el tratamiento era en SOLCA me daba miedo. Llegó el día, fuimos a SOLCA, abrimos abrimos carpeta, después entramos con la doctora y dijo que tenia que hacerme Quimioterapia. Ahí  si preguntamos que era Linfoma. Ella nos explico que era un tipo de cáncer, pero que era muy curable, que muchas personas habían tenido esta enfermedad y que habían respondido muy bien a su tratamiento, y que estaban bien. Que no tuviera miedo, que todo iba a salir bien.
Llore bastante, pero tuve a mi lado a Ramiro quien me supo decir –Tranquila todo va a salir bien –no llores- estamos juntos y vamos a salir de esto.
Mi Primera Quimioterapia.
Entré al área de Quimio, vi a muchas, personas, sentadas, canalizadas de un brazo, conservaban entre ellos, Me senté una licenciada me canalizo de un brazo, me dolió el primer pinchazo, luego llegó la Psicóloga, Inés, se hizo amiga de nosotros, conversó bastante y junto a otras licenciadas nos explicaron lo que provoca las quimioterapias, el solo saber que mi cabello se iba a caer me daba terror.
Las quimioterapias me provocaban vómitos, mareos, náuseas y mucho fastidio a algunas comidas, mi cabello no se me calló; me hicieron seis ciclos de quimioterapia, las manos me dolían mucho, fue difícil pero contaba con alguien muy importante para mí, Ramiro. El estuvo a mi lado en cada quimio apoyándome y cuidando de mí.
Luego la doctora me planifico para Radioterapia, y no me quise hacer, me daba miedo, no quería saber nada, quería olvidad de mi enfermedad, de que existía SOLCA. En ese transcurso Ramiro cayo un poco enfermo, pasamos tantas cosas, no quería ir a SOLCA, pero la incertidumbre y mi conciencia me hacían sentir mal, por haber abandonado mi tratamiento. Pasaron varios meses y los ganglios nuevamente se me inflamaron y comencé otra vez a sentirme mal. Ramiro decía, tienes que volver a SOLCA, y yo decía pera entre mi, “Claro como a él no le duelen las pinchadas y no sientes los malestares”. Tenía miedo que la enfermedad avanzara,  había pasado siete meses y decidí regresar: sabía que la doctora me iba a regañar, y así fue. Me hablo, no respondí nada, sabía que ella tenía la razón. Reconozco haber abandonado mi tratamiento, fue el error más grande que cometí.
Me volvieron a hacer exámenes, tomografías, ecografías, y había recaído, la Dra. Dijo: empezaras nuevamente tu tratamiento desde cero. Me cambio el esquema, me explicó: vas a hacer ocho ciclos de quimioterapia, yo estaba decidida a soportar todo los malestares de la quimio, pero esta vez no abandonaría mi tratamiento. Justo en ese momento a Ramiro le salió una  beca  para seguir sus estudios Universitarios y le tocó irse. Sin duda, esto fue lo más duro que pude atravesar, se iba la persona que estaba a mi lado, que sabía todo sobre mi enfermedad, la que estuvo en cada quimio, cuidándome y dándome apoyo, el imaginarme estar sola, era lo más duro.
Pero todo esto me daba fuerza, porque tenía mil ilusión, tenía fuerzas para seguir y hacer de todas estas ilusiones una realidad. Continúe con mis quimios, esta  vez si se me callo el cabello con el primer ciclo. Pensé que estaba preparada para eso, pero no, al verme así fue horroroso, me miraba a un espejo y parecía monstruo ¡sin pelos, pestañas ni cejas!
Cuando estaba en SOLCA, no me sentía tan extraña, porque veía a mis amigos, igual que yo, pero donde vivo no me sentía bien, porque no había otro caso así, o sea solo y era la “Pelada”
Pasaron meses y gracias a Dios no tuve malestares como antes, no me dieron nauseas, ni mareos, lo único que se afecto fue mi carácter, quería estar sola  detestaba los ruidos, no me gustaba hablar sobre lo que me estaba pasando, solo salía de la casa a SOLCA. No me gustaba que cuando iba por la calle, en el bus o en el centro comercial, todo el mundo me miraba rara, me daba iras sentirme diferente a los demás (Sin cabello).
Casi todos los ciclos de quimioterapia estuve sola, al principio fue  muy difícil superar eso, poco a poco me fui acostumbrando, hasta que lo logré.
Pasaba el tiempo y yo hacia todo lo que la doctora me indicaba, después se me destruyeron las venas por efecto de la quimioterapia, esa etapa de hospitalización fue difícil porque me encontraba sola en Portoviejo. Lo más lindo es que me di cuenta que las Licenciadas, psicólogas, y mis amigos estaban pendientes de mi, y Reflexione: Ay Dios, y yo que pensé que me encontraba sola, pero No, estaba con Dios y con todas las personas que se encontraban a mi alrededor  y me querían muchoJ...
Luego de los ochos ciclos de quimioterapia la Dra. Me dijo, tienes que hacer la radioterapia en Quito, yo dije para entre mi ¡qué!  Si no conozco a nadie allá pero le dije que estaba bien. Me hicieron todos los exámenes, la transferencia y listo, viaje a Quito. Por suerte, una amiga se encontraba en la ciudad, recibiendo radioterapia, y ella me ayudo a hacer mis tramites, me hospede en un albergue muy cerca de SOLCA, hice todos los tramites, después me llamaron, me hicieron lo simulación y empecé el tratamiento de veinte sesiones de radioterapia que duro un mes.
En este transcurso sucedió lo más terrible, bueno, para mí, Ramiro había encontrado otra persona en su vida y se olvido de mí. Reconozco que me afecto mucho, me sentía decepcionada, era algo como increíble, quise dejar todo, era imposible creerlo, yo decía, se olvido de todo en tan poco tiempo, dónde quedan las promesas, de verdad fue algo terrible. Pero dije, he luchado tanto por mi vida, he pasado duras circunstancias y sola, y entonces ¡qué!  –seguiré luchando esta será una razón más de luchar por mi vida, y así fue.
Volví hacerme todo los exámenes y salió bien. Por efecto de las radioterapias, se me daño parte del cuello, pero con crema mejoré. Siempre le tuve miedo al examen de biopsia nodular, pero gracias a Dios salió negativo. La doctora me dijo, Claudia, te voy a ver cada mes, pasaron varios meses y después me dijo, será cada dos meses, y bueno así fue.
Aunque parezca extraño en ese momento me di cuenta que me había acostumbrado a SOLCA  extrañaba a mis amigos, a la doctora, psicóloga y a las enfermeras. Era raro porque antes no me gustaba entrar a SOLCA, tan solo con mirar el hospital me dolía la cabeza, me sentía mal y peor si entraba al área de quimioterapia. Sin darme cuenta, me había acostumbrado hasta a los viajes largos desde Esmeraldas a Portoviejo.
En febrero del 2010, tuve el honor y la suerte de haber participado en el “Primer encuentro Internacional de Jóvenes  contra el cáncer” en la ciudad de Quito, es la experiencia más hermosa que he vivido. Me pude dar cuenta que hay muchos jóvenes de todo el mundo, que han luchado o luchan con esta terrible enfermedad, pero que gracias a Dios y al esfuerzo de cada uno de ellos están bien. Me di cuenta que tener cáncer no es un impedimento de seguir adelante con nuestras vidas, que hay muchos chicos y chicas que tienen muchos años fuera de tratamiento y que están bien. Que nada es imposible, que si tenemos fe y paciencia y hacemos un esfuerzo, si podemos –si se puede-.  Tuve la oportunidad de disfrutar con mis amigos unos días maravillosos que nunca, nunca olvidare.


Yo se que luchar contra el cáncer es duro, que hay momentos en los que uno reniega de Dios, pues yo también lo pensé: -Diosito, porque me paso esto ¡Porque tengo esta enfermedad! ¿Por qué a mí? Pero después entendí….
 Esa fue una oportunidad de conocer a todos mis amiguitos, porque si no, no hubiera disfrutado de todos esos momentos hermosos, no hubiera tenido la oportunidad  a SOLCA y de saber que SOLCA, es Sociedad de Lucha contra el cáncer.
No hubiera conocido a mis a mis amigos, a mis héroes. No hubiera tenido la oportunidad de conocer el cráneo de mi cabeza, de haberme visto, sin cejas, sin pestañas, de haberme visto diferente a los demás, de saber que es un mito el decir; sin pestañas no se ve…. No hubiera tenido la dicha de ver cómo cada día en mi cabeza crecía un nuevo cabello. No hubiera tenido la oportunidad de utilizar pelucas, y juntos con mis amigos reírnos de nuestras cabezas peladas.
No hubiera conocido a mi mamá postiza, a mi ñañis postiza, (Vicky), de haber disfrutado esos momentos lindos e inolvidables que vivimos juntos.
No hubiera tenido la oportunidad de escribir mi historia. Sé que es duro volver a recordar cosas que duelen –pero vale la pena.- Ver hasta donde he llegado y que gracias a Dios estoy bien, escribiéndoles mi historia en este papel y así poderles decir –Fuerza muchachos, con fe todo se puede, todo es un reto, afrontémoslo-
En SOLCA, he vivido momentos felices y muy duros en los que perdí a mis mejores amigos/as a mi ñañis. Sé que no puedo verlo, ni volver a conversar con ellos, pero se quedaron aquí, en mi corazón, con el más lindo recuerdo de haber compartido muchas cosas, de haber luchado juntos.
Todos los soldados no sobreviven de una guerra, pero son héroes porque murieron luchando, porque no se dieron por vencido y son ejemplo para los que aún estamos aquí, porque lucharon hasta el último instante.
Yo gracias a Dios estoy bien, tengo un año tres meses fuera de tratamiento, para mí es un milagro haberlo superado, y si un momento vuelvo a recaer, volveré a luchar.
Hasta el momento todo está bien y espero siga así. Retome mis estudios secundarios, pues nunca es tarde para estudiar y superarse. Tengo consulta médica cada tres meses. Bueno pero voy a SOLCA cada mese por el mejor motivo, ver a mis amigos/as.
Estoy en un grupo juvenil de mi comunidad que pertenece a la iglesia y es algo hermoso que me ha ayudado mucho, me ha dado fuerza para salir adelante, sus integrantes son lo máximo y yo me siento bien. Cuando estamos juntos me siento como un bebé mimada y engreído, me cuidan y yo los quiero mucho.
Fue duro volver a recordar y escribir esta historia, pero se quedará en lo que es una simple historia.
A Mis Amigos.
Por favor chicos, no abandonen sus tratamientos, luchen, no se den por vencidos.
Sé que es muy duro y largo el camino, pero pasara, todo pasara. Cuando empecé mi tratamiento pensé, me falta mucho y sin darme cuenta había pasado muchas cosas y ya sólo me faltaba la última quimio. Este tratamiento es temporal, va a pasar, llegará el momento en que ustedes terminen sus tratamientos y solo quedaran los recuerdos.
Recuerdo que siempre me dije: “Morir luchando y no por cobarde”

Si  te detienes un momento y miras a tu alrededor, te darás cuenta que todas las personas tenemos problemas, unos de salud, y otros personales, unos con problemas leves, otros más difíciles. Pero creo que “La vida sin problemas no es vida”.
Sonríe a pesar de ellos, aunque de tus ojos salgan lágrimas, haz que tus labios broten una sonrisa. Recuerda, Dios está contigo y El te dará las fuerzas suficientes para seguir. Sólo abre tu corazón para que El viva contigo para siempre. Pero también depende de ti, se optimista. Ten presente que muchas carreras se han perdido sin haberse ocurrido, y muchas personas han fracasado, sin haberlo intentado. No te rindas, no hay problemas infinitos, todos tienen soluciones, solo depende de ti. La batalla de la vida no la gana el hombre fuerte, sino el que cree poder hacerlo; “La fe es la fuerza de la vida”.
Mis Agradecimientos.
A Dios por darme otra oportunidad de vivir, y brindarme lo que siempre le pedí (Fe, paciencia y mucha fuerza) A la Dra. más bella del mundo, Ruth Armijos, Gracias doctora por ser tan linda con tus pacientes, para mí no fuiste solo mi doctora, te convertiste en una amiga que estuvo en todo momento del tratamiento, me vistes llorar, reír, y me distes muchos consejos TQM.
A dos seres maravillosos, Laura y Arturo, Gracias por estar conmigo en los momentos más difíciles y por su apoyo brindado. A las psicólogas Inés y Lourdes, Gracias por haberme escuchado y ayudado en cada instante. Al Departamento de Trabajo Social, Gracias Licenciadas por darme su apoyo. A todo el personal que conforma SOLCA Portoviejo, muchas gracias, porque Gracias al esfuerzo que dan día a día han logrado esto, un maravilloso Hospital.
A todo mis amigos/as, los quiero mucho y gracias por todo, por su amistad, por los momentos lindos que hemos vivido juntos. Gracias amigos.  A mi familias, y a todas las personas que me ayudaron me supieron escuchar, al personal del Albergue Padre Matías Mujica, “Gracias este ha sido mi segundo hogar”. A las Licenciadas enfermeras Jennifer, Anita, Lina  a todas las que estuvieron conmigo durante el transcurso de mi tratamiento por su paciencia, su amistad y su lindo trabajo.
Los Quiero.
Claudia.

domingo, 21 de agosto de 2011

Suleyka, Luchando por amor a Dios

En pocas letras quiero compartir con ustedes la historia de mi adorada hija Suleyka  es muy difícil llegar hasta  aquí pero espero que la historia de este ángel sirva de apoyo para personas que están pasando momentos difíciles en su vida,  que sepan que con amor a Dios todo en la vida se supera hasta la prueba más difícil. “Amor a dios” la frase preferida de Suleyka.
2 de enero del 2003. Nació suleyka. La niña de mis ojos, hermosa con sus ojos azules su cabello claro tan pequeña y frágil pero preciosa. Esperamos con tanta ilusión la llegada de este nuevo hijo  sobre todo Yordan mi hijo de 4 años estaba feliz era su sueño tener una hermanita para nosotros era la dicha más grande pues teníamos la parejita.
Nunca imaginé que era un ángel que Dios ponía en nuestras vidas por un corto tiempo para enseñarnos la verdadera realidad de la vida. Este ser tan pequeño vino a dar luz  a nuestro hogar era el ángel que iluminaria esta familia y la uniría en amor a dios.
A los 6 días de su nacimiento enfermó nos angustiamos tanto que la llevamos enseguida al médico, la examinó, tenía una infección intestinal. Como todo bebé enferma pensábamos que era algo pasajero pero no fue así la niña no mejoraba, al contrario se ponía peor tanto que tuvimos que ingresarla de emergencia al hospital.
Verla sufrir tan pequeñita nos partía el corazón, era una situación desesperante pues pasaban los días y no había mejoría.
En muchas ocasiones las enfermeras le dijeron a mi esposo que era preferible que se quedara a dormir en el hospital porque tal vez la niña no pasaba la noche, era tan grave su situación que tuvimos que trasladarla a Guayaquil al hospital de niños donde paso un largo tiempo ingresada. Le detectaron un reflujo gástrico enfermedad que fue tratada de inmediato. Luego de su mejoría le dieron de alta el tratamiento de la enfermedad consistía en año y medio.
Después de ese largo sufrimiento Sule  estaba muy bien, valió la pena tanto sacrificio, el largo trayecto terminó, pero la alegría duro solo 3 meses. Suleyka volvió a enfermar esta vez las cosas se complicaron,  decidimos llevarla donde una doctora amiga de la familia, ella le dio muchos tratamientos que al principio aliviaron sus dolores  y la ponían bien pero al pasar el tiempo la medicación ya no hacía efecto por lo que tuvimos que ingresarla en una clínica. Pero su situación no mejoraba llegó el día de su cumpleaños 2 añitos; estaba postrada en una cama qué tristeza tan grande para nosotros como padres verla sufrir tanto sin pensar que ahí empezaría su verdadero calvario.
Como no mejoraba decidimos trasladarla al Hospital del niño en Guayaquil donde la ingresaron de inmediato debido a su mal estado. Después de una semana de exámenes no daban con la nueva enfermedad que aquejaba a la tierna Suleyka; hasta que un viernes 13 de enero del 2005 nos pidieron la autorización para realizarle una extracción de médula y hacer un examen que les revelaría lo que la niña tenía. Después de dos horas de angustia los médicos tenían los resultados, pidieron hablar con nosotros en privado enseguida imagine que las cosas no estaban bien no me equivoque cuando entramos al consultorio nos dijeron de la manera más fría que la niña de nuestros ojos tenía leucemia por lo que no podía permanecer en el hospital tenía que ser trasladada de inmediato a SOLCA no puedo explicarles lo que sentimos al recibir esta noticia. Suleyka era el motor de nuestra vida mi esposo lloraba como un bebé.
Cuando llegamos a SOLCA no quería aceptar la dura realidad que estábamos viviendo yo estaba ausente de mi misma no tenía control de mis pensamientos. Suleyka fue la más afectada, ese día empezó el sufrimiento más grande en  nuestra vida. Sólo tenía 2 añitos y había   que someterla a largos tratamientos de quimioterapia. Al pasar el tiempo nos dimos cuenta que era una niña diferente, amaba a Dios sobre todas las cosas, era lo más importante de su vida.
Suleyka recibió dos años ocho meses de quimioterapia perdió su cabello pero a pesar de todo lo que la enfermedad trae con ella nunca decayó, al contrario parecía que la enfermedad no le afectaba en nada se veía tan radiante tan llena de vida nosotros jamás la descuidamos seguimos paso  a paso su tratamiento, era el amor de todos, la alegría de nuestro hogar.
Para ella lo más importante era saber sobre la vida de Jesucristo pasaba horas tras hora viendo la película de la pasión de Cristo, aprendió a rezar como un adulto. En los viajes que hacíamos frecuentemente a Guayaquil conoció el Santuario de Narcisa de Jesús, para ella Narcisa se convirtió en su gran amiga, su mayor ilusión era visitar el Santuario cada vez que viajaba a sus consultas. Ese amor la mantuvo siempre en excelentes condiciones, jamás en mi vida he conocido un niño que aprenda versículos de la Biblia  y luego los recite como si los supiera de siempre. Ella tenía una fe y un amor a Dios infinito  lo que me hacía sentir segura de su cura.
Y así fue, Suleyka terminó su tratamiento con éxito. Pero al parecer el camino que Dios quería mostrarnos a través de Suleyka no terminaba ahí. era mucho más duro y difícil.
Pasaron seis meses y la niña recayó, no podíamos creer que el largo camino que habíamos recorrido se había perdido y teníamos que empezar de nuevo; pero esta vez con mucho mas obstáculos. Su organismo ya estaba lastimado por las quimioterapias, no podían utilizar el mismo tratamiento porque no haría efecto, el médico decidió aplicarle un tratamiento más fuerte. Él nos explicó que éste sería peligroso y que había posibilidades de que la niña no resistiera, pero que más opciones. Pero su fe era tan grande que se aferró a Dios, pasó momentos críticos, más de quince días en ayuna por su delicado estado pero por amor a Dios, salió triunfadora.
Así regresamos a Portoviejo para su nuevo tratamiento de quimioterapia con la gente que ella quería, a SOLCA Portoviejo donde los niños son tratados como unos verdaderos ángeles.
Mientras recibía su tratamiento el doctor nos comunicó que la niña necesitaba un trasplante de médula para que curara en su totalidad.
Empezamos hacer los trámites para conseguir dicho trasplante el primer paso era un donante algo muy difícil, pero Dios nos demostró que no era así ya que Yordan su único hermano era totalmente compatible, no cabe duda era un milagro, el segundo paso era conseguir que Suleyka viajara por medio de una fundación para realizarse el trasplante que era muy costoso. El tiempo seguía y para mí era desesperante, todas las puertas se cerraron, la niña no podía viajar pero Dios siempre abre caminos; se dio la oportunidad que SOLCA Guayaquil haría trasplantes gratis a través del gobierno. Hicimos todo lo posible para que Suleyka entrara en el plan del gobierno y aunque parecía imposible, la aceptaron para el trasplante y no solo eso sino que iba hacer la primera entre más de 10 niños que estaban en espera.
La alegría era inmensa al fin Suleyka se curaría con el cambio de medula, la pesadilla del cáncer quedaría en el pasado y serÍa un testimonio de fe como ella siempre quería. Llego realizó con éxito. Regresamos a Manabí felices, ella era la más agradecida con Dios.
Pasaron tres, seis meses, los exámenes salían de lo mejor, pero antes de cumplir los nueve meses Suleyka sufrió una recaída totalmente agresiva que no se podía explicar, no había lógica que nos hiciera entender lo que estaba pasando. Fue desahuciada en Guayaquil, eso me dejó sin oxígeno no podía estar pasando, Dios no podía hacerme esto, me había abierto tantos caminos y ahora me ponía en un callejón sin salida.
Regresamos a Portoviejo y decidimos intentar una oportunidad más prepararla para otro trasplante consientes que la quimio que se utilizaría era demasiado agresiva pero no teníamos otra salida, teníamos que agotar toda posibilidad por amor a Dios como ella siempre lo dijo. Empezamos la lucha, aparentemente todo iba bien hasta que una noche Suleyka se agravó y al siguiente día -no podía creerlo, la vida de mi hija se estaba apagando, en ese momento entendimos que teníamos que liberar a Suleyka de las cadenas que la ataban a esta tierra. No podía soportar verla entubada en terapia intensiva, esa noche le pedí a Dios con todas las fuerzas de mi corazón que se la llevara  si esa era su voluntad.
A Suleyka la mantenía viva el amor que sentía por nosotros, el día que la entubaron le dijo a una de la Psicólogas que estaba con ella que le diga a la mami que la quiere mucho pero que estaba cansada.
A los tres días de estar en terapia mi hija dejó esta tierra para cumplir su más grande sueño conocer a su Diosito, aunque ha pasado más de un año de su partida para mí es como si fuera ayer. Mi dolor está intacto solo que ahora puedo ver con más tranquilad las cosas y he entendí que Suleyka vino a cambiar nuestras vidas, a enseñarnos el verdadero amor a Dios  y hacernos entender que la muerte es una puerta que se abre hacia una vida perfecta.
Para mi, mi hija está viva, en mi corazón, en mis pensamientos, en el amanecer de cada día. Un  verdadero y gran amor siempre tiene que liberar y dejar volar a una alma tan inocente, Suleyka un amor que se fortalece para la eternidad.
La partida de Suleika para nosotros fue algo muy duro  que no tiene explicación, un dolor inmenso que me dejó desequilibrada  por completo, me sentía como en otro mundo. Esa niña era la luz de mis ojos, la razón de mí vivir. Nos costó mucho aceptar su partida, para Yordan que era su hermano perfecto  fue un golpe muy duro pues  solo eran los dos  y se querían con el corazón.  Pero mi hijo fue el pilar fundamental para seguir viva, un gran ejemplo, cuando me dijo: mami tú no sabes lo que yo siento pero estoy tranquilo porque ya Sule está con Dios y no sufre. Tenía toda la razón  fueron muchos años de lucha, tenía que llegar el momento  que mi ángel descansara.  Me costó mucho recuperarme  sobre todo  porque me sentía culpable de estar viva, éramos tan unidas que me pareció una traición seguir viviendo sin ella.
Era una pesadilla horrorosa, se trataba de Suleika la niña de mis ojos,  quise apartarme de Dios, no podía perdonarle que a pesar de haber tenido tanta fe y confianza en Él no me escuchó, me sentía traicionada, pero que equivocada estaba, no me daba cuenta que Dios sufría tanto o  más que yo  porque a Él también se le murió su hijo.
Entonces recordé el amor que siempre había sentido Suleika hacia Dios  y comprendí que ahora ella estaba con Él y la única forma de sentirla cerca  era acercándome a Él. Tomé conciencia y le pedí perdón por culparlo, yo era injusta porque en el fondo de mi alma  sabía que Él siempre  estuvo con nosotros en el momento que Suleika llegó a su lado fortaleció nuestra unión con un lazo muy fuerte el amor que nos une a Dios y que sentimos por Sule un amor que es más fuerte que la muerte.
Nunca me apartaría de Dios, de su amor, eso sería  como dejar en el olvido a mi Sule, olvidar que ella se crucificó  para unirnos como familia  y encontrar el camino que nos lleve a Dios. Suleika siempre supo pregonar su fe y amor a Dios hasta  los últimos días de su existencia, con su último aliento lo amo. Es lo que ahora me llena de satisfacción saber que ese gran amor se concreto cuando ella se encontró con su creador.
Por más que luchamos e hicimos todo lo que la ciencia dispuso  la voluntad de Dios se cumplió,  esto fue una gran lección para mi esposo y para mi, ella tenía que regresar al padre que tanto amaba  Dios es tan perfecto que se llevo a  mi hija en el mejor momento  siendo un ángel  que había cumplido su misión dejando mucho amor  y enseñanza a los que la conocimos.
Agradezco a Dios  por dejar grandes amigos  en nuestro camino que nos ayudaron  a llevar  este duelo  sobre  todo a mí  en los momentos que  ya no puedo ellos están ahí para ayudarme a levantar, a mi familia que nos apoyo  con mucho cariño a mi adorado hijo Jordan que lo amo,  a mi esposo que nunca se separó de mi lado  y que se convirtió en un gran amigo, al Padre Larry  quien fue el pilar fundamental  en nuestro hogar para superar nuestro duelo .
A todo el personal de SOLCA Portoviejo que siempre estuvo presente en los momentos difíciles, un gran cariño y agradecimiento  lo llevo en mi corazón.
Extraño mucho a Sule pero sé que  ella es feliz  y eso me llena de fuerza para seguir luchando por mi  familia.
En mis momentos de  tristeza me afianzo  al amor de Dios y mi alma  se llena de  gozo  de saber que Suleika disfruta de la presencia de Dios,  de todas las maravillas de sus jardines, al fin mi hija  puede volar  como una radiante mariposa que resplandece en el jardín del paraíso del cielo y algún día  Dios me permitirá  reencontrarme con ella y caminar juntas por esos senderos  llenos de luz  y alegría en esa vida perfecta y eterna.
Suleika es un gran ejemplo de lucha  y de fe a pesar de su corta edad, jamás se dio por vencida y supo valorar  todas las maravillas  que el Señor le dio, nos enseñó que aunque no se cumplan nuestros deseos, siempre hay que amar a Dios por sobre todas las cosas.
Es un Dios maravilloso tanto cuando nos da la vida que cuando nos da la muerte porque con ella nos libera de las cadenas del sufrimiento y nos permite disfrutar del reino prometido.
La muerte de un ser querido es un dolor muy grande sobre todo si es la de un hijo que se ama con el corazón, con el alma con todo tu ser, un dolor que no tiene explicación, una herida que esta latiendo, un gran vacío que  no se llana con nada. Pero el mismo vacío con el tiempo se convierte en una paz que viene del cielo, cuando entiendes que la muerte es parte de nosotros es una puerta que se abre  hacia una vida  maravillosa verdadera   y eterna.
Un verdadero y gran amor va más allá de la muerte, cada día se fortalece para llegar a la eternidad.
¡QUIEN A DIOS TIENE  NADA LE FALTA SOLO  DIOS  BASTA!   (Santa. Teresita)

DIOS ES REAL, HA VISITADO MI CASA

 
Era un 21 del mes de febrero del 2010. Yo en Guayaquil, a  las 9:32, llega un mensaje de texto a mi celular;  mi esposa Katuisca Alarcón que se encontraba en Manta me hacia saber que nuestras dos niñas menores, Eliana e Ilanis Villamar, estaban con fiebre. Ellas son dos de las tres hijas, de siete años de edad y tres respectivamente. Pensé que sería algo pasajero por lo que no le presté mayor atención. Después de 24 horas, Eliana empezó a recuperar su temperatura normal, pero Ilanis no mejoraba por lo que  decidimos trasladarla a Guayaquil.
La internamos en el hospital Rafael Vera Yépez,  pasaron cuatro días de angustia y desesperación al no saber el motivo de su fiebre y luego de toda clase de exámenes, el médico de sala nos dijo que la niña presentaba síntomas de leucemia aguda común y que le daba el pase a SOLCA para confirmar ese diagnostico.
El mundo se nos derrumbaba, era algo que jamás lo hubiera imaginado. Mi esposa lloraba desconsoladamente por la terrible noticia y la niña que me pedía que la saque de ese lugar y la llevara de vuelta a casa. No le encontraba sentido a la situación y me preguntaba una y mil veces, ¿En qué habíamos fallado?, ¿Dónde estuvo el descuido?, ¿Porqué a nosotros?, tantas preguntas sin respuestas.
Empezamos a buscar ayuda en  amigos, familiares, conocidos para solventar los gastos que representa entrar al tratamiento de esta terrible enfermedad y nos trasladamos al Hospital de SOLCA en Portoviejo, nos atendió el Dr. Fabricio Cedeño, quien la examinó  y revisó los exámenes que teníamos, él se comunico con el Dr. Julio Guillen, quien recomendó volver a tomarle exámenes para confirmar si se trataba o no de leucemia;  es aquí  donde se inician una serie de eventos que esperamos terminen pronto.
Los nuevos exámenes confirmaron la sospecha del médico del Hospital Rafael Vera Yépez. Ilanis, tenía leucemia.
Nuestra familia dio un giro de 180 grados, parecería que esta prueba no la íbamos a soportar, pensamos que el estado crítico de Ilanis no estaba al alcance de nuestras posibilidades; me acerqué a mi esposa buscando de alguna manera darle un poco de tranquilidad.
La verdad, no teníamos muchas alternativas, por un lado estaba depositar nuestras esperanzas en la ciencia y por otro lado solo pedirle a Dios que nos ayudara, era simplemente cuestión de fe, buscar la misericordia de Dios para que le devuelva la salud a Ilanis. ¿Qué hacemos ahora?, difícil decisión, pero no podíamos perder tiempo, la enfermedad estaba tomando fuerza.
Al fin decidimos que la ciencia solo sería un recurso pero no la mejor opción, entendimos que esta batalla era contra un enemigo invisible y que las armas para contrarrestarla también tenían que ser invisibles. Era cuestión de fe. Cuantas veces hemos escuchado decir “La fe mueve montañas”; hicimos un compromiso con Dios que consistía en que todos los que conformamos la familia Villamar Alarcón íbamos a ser más dependientes en la fe cristiana con un nuevo estilo de vida a cambio de la sanidad en Ilanis, que Jesucristo iba a ser tratado como ser vivo, real y verdadero, no como una historieta más. He aquí el primer paso secreto de nuestro éxito.
Dice el Señor Jesucristo en su palabra “Pide y se os dará”; “Probadme y Yo derramaré bendiciones hasta que sobreabunde”; fue lo que hicimos, probamos su poder como salvador y sanador y hoy aún cuando Ilanis no ha sido declarada libre de esta patología, sabemos que Jesucristo ya hizo la obra y la ha mantenido en una recuperación constante en la misma medida que la familia va creciendo espiritualmente. La guerra contra las enfermedades no se la gana en los hospitales sino ante la presencia del Dios vivo en clamor, porque dice en las  Escrituras “Clama a mi y Yo te responderé”.
Cuando la leucemia entró en mi hija, Jesucristo visitó mi casa y nos hizo entender que Él vive y está presto a ayudarnos pero solo quiere de nosotros un corazón arrepentido para ser considerados hijos de Dios, y así tener derecho a participar de todas sus bendiciones entre ellas, la salud para cada uno de nuestros hijos.
La importancia de la unidad familiar
La ciencia indica que los procedimientos para combatir a la leucemia son con protocolos que comprenden diferentes cargas de quimioterapia que no diferencian células buenas de las malas por lo cual, dejan al paciente sin defensas lo que fácilmente se pueden contaminar con otras enfermedades, comienzan a perder el cabello, necesitan cuidados extremos, y no es una exageración, es una etapa dolorosa tanto para el paciente como para la familia. Mi esposa estaba en contacto directo con la niña, pasó a tomar un rol protagónico tremendo y sin temor a equivocarme, puedo decir que si Ilanis está recuperándose es gracias a todos los cuidados de Katiusca Alarcón, mi esposa y madre de la niña, que Dios la bendiga siempre por su paciencia, que supo sobreponerse a la adversidad y convencerse que con Cristo todo era posible.
Ella nos ha transmitido hasta las mínimas indicaciones de cuidado para Ilanis; si vieran las paredes de la casa con papeles pegados informando y dando recomendaciones “No olvidar ponerse la mascarilla y el gorro al entrar”,  “limpiar el piso dos veces al día”, recuerdo me decía que no bese a la niña en la cara, que le bese en la cabecita y así muchas cosas más, el control estricto en las comidas y hasta la hora exacta en que se tenía que medicar a Ilanis.
El compromiso de la familia día a día se ponía en práctica, la unidad que Dios nos daba se fortalecía. Arianita como hermana mayor ayudaba en todo y eso la allegó mucho más a su hermanita. Aprendimos que las recomendaciones dadas por el Doctor Julio Guillen y el Doctor Fabricio Cedeño tenían que acatarse textualmente. Un personaje clave en este proceso ha sido la Lcda. Jennifer Basurto, quien logró ganarse el cariño de Ilanis y supo guiar a mi esposa en el cómo, cuándo, porqué y para qué, de las cosas que se tenían que hacer para un cuidado sin errores. Usted Licenciada Jennifer, reciba todo el cariño y aprecio de esta familia, por todo su apoyo incondicional, de igual manera al  cuerpo de médicos especialmente a los doctores Julio Guillen y Fabricio Cedeño.
Nuestro estilo de vida cambio por completo. Los dos primeros meses fueron duros porque estábamos experimentando el proceso de cambio en diferentes áreas tales como en la alimentación, en los espacios por donde solo eran exclusivos para Ilanis; sus hermanas Ariana y Eliana adaptándose a las nuevas formas de juego con su hermanita , cada quien con sus propios utensilios de aseo, la nueva sazón en las comidas, es decir todos nos adaptamos a lo que Ilanis requería para que ella no se sintiera excluida, no la tratábamos como una niña enferma solo como una personita que  necesitaba de más cuidado.
Hoy después de nueve largos meses y en el último protocolo estamos consientes  del extremo cuidado que aún se debe poner, pero podemos decir confiadamente que hasta aquí nos ha ayudado el Señor Jesucristo, a Él sea la gloria por siempre. Hemos crecido espiritualmente, nos sentimos fortalecidos y transitando el camino de la fe, en el que a medida que avanzamos encontramos mensajes reconfortantes para nuestras vidas.
Quiero compartir esta experiencia con todos los padres que tienen hijos con esta terrible enfermedad clasificada como terminal, decirles que quien da y quita la vida es Jesucristo, y el secreto para vencer esta dura prueba está en hacer un compromiso de cambio que involucre a cada miembro de la familia y cumplirlo. Así también Dios  cumplirá con sus promesas. “El que cree en mi, de su interior correrán ríos de agua viva” (Jesucristo)
Llevar a cabo el tratamiento de esta enfermedad para nadie será fácil, pero la vida encontrará un sentido diferente, los enfermos sanarán cuando permitas que Cristo visite tu casa. Esto no es religión, lo he vivido en carne propia, no pierdes nada con intentarlo.
Tú decides…
Lcdo. David Villamar Cedeño

RESISTENCIA !!


Me parece mentira estar viviendo esto, son mis palabras a diario, mientras pido en oración aumentar mi fe y la fuerza  para continuar viviendo sin su presencia.  Aunque sabía lo que sucedería con mi hija Karen, quien luchó por años contra la leucemia. Es indescriptible el dolor que se siente al perder un ser tan especial, es una parte de mi vida que se me fue. Dios la escogió por eso,  por  su amor para con los demás, brillaba donde estuviera, hija amorosa, alegre y bella, su dulzura innata, su belleza angelical, inteligente y llena de fortaleza para sobrellevar la batalla contra el cáncer. Fue digna de admiración... Le costó pero aceptó con valentía y con mucha fe su enfermedad, nunca perdió la confianza en Dios. Pero lastimosamente perdió esa batalla…
Doy gracias porque mi Dios me dejó disfrutarla 20 años de su vida, vividos con intensidad, fue feliz... Y creo que eso es importante... ese es mi consuelo.
No terminaría nunca de escribir sobre ella, porque aunque fue corta su vida, son interminables sus recuerdos, contagiaba su alegría, por su dinamismo se robaba el show, siempre animada y responsable por las cosas o actividades que tuviera a su cargo, para que estuviesen bien hechas.  Atrás quedaron sus ilusiones, sus planes para el  futuro cuando estuviera recuperada.
Largas fueron las noches y días durante siete meses en SOLCA, institución que representó para nosotros una esperanza de vida; la quimioterapia, los hemogramas, transfusiones, medicinas, sangrados, dolores, insomnios, etc., pasaron a ser parte de nuestro diario vivir. Fundamental fue el apoyo médico, social, psicológico y de muchos amigos, llegamos a ser todos como una familia, y, así nos consolamos en los momentos más  amargos.
Es imborrable la huella que nos deja nuestra preciosa  Karencita en su partida al cielo, para los doctores y enfermeras un ejemplo de lucha por la vida, pocas veces deprimida…muchas veces alegre, participando en las bromas del personal médico, y hasta llegó a ser la “Sensación” modelando como Guerrera contra el Cáncer.
Para su familia una princesa  irremplazable; para sus amigos una estrella incondicional en el cielo, para nosotros sus padres y hermanos: nuestro Ángel que vivirá por siempre en nuestros corazones.
Te quiero mi vida, mi preciosa
Tu madre Sonia
“Lo importante no es el número de años de vida sino la intensidad con que se vive. Más decisivo que el espacio de tiempo vivido es como se vive. A medida en que nos equilibramos mejor en la vida, asimilando lo positivo y lo negativo de nuestro camino, lo amargo disminuye y se intensifica la alegría de vivir”.

EN PIE DE LUCHA !!!

Soy Katherine Santana Briones, tengo 20 años soy la mayor de cuatro hermanos.
Todo comenzó un 11 de julio del 2008 en el hospital de Chone, en donde me hicieron una limpieza debido a un supuesto embarazo molar, luego de esto continúe en control ginecológico pues aparentemente todo marchaba bien.
Después de un año las cosas se complicaron, tenía dolores muy fuertes y sangrado abundante, me recetaron unas pastillas para aliviar los síntomas pero no hicieron efecto pues las hemorragias seguían, me hicieron una ecografía tridimensional en una clínica de Manta, en la que decía que tenia unos miomas y que requería una operación urgente pero la doctora que me atendió dijo que no podía ayudarme y que lo mejor era transferirme a SOLCA.
Así un 30 de julio del 2009 me atendió el Dr. Rodrigo Vásquez y de inmediato me realizaron una succión en quirófano y a pesar de entrar muy tranquila cuando desperté estaba en la unidad de cuidados intensivos donde permanecí tres días, los mismos que se hicieron eternos. Me pusieron sangre, plaquetas antibióticos… “Una experiencia que muchas veces prefiero no recordar”`.
Luego de hacerme una biopsia, una tomografía y una radiografía de tórax un 03 de agosto como a la una y media me llamaron de SOLCA para decirme que debía ir al hospital lo antes posible. Me puse nerviosa y pensé lo peor. Lo comente con mi tía Fátima quien me dijo que todo iba a estar bien  que no estuviera nerviosa y que mantuviera la fe.
Ese lunes 6 de agosto fui a la consulta con el Dr. Miguel Cedeño mientras esperaba mi turno miré a mi alrededor y me di cuenta que habían muchos pacientes con cáncer, pensé muchas cosas entre esas  “irme de ahí”; después de la espera el Dr. me atendió me dijo tienes cáncer en el útero un cori carcinoma no sabia qué hacer, pensé llorar y recordé las palabras de mi tía “paciencia y fe”. Hablé con la Psicóloga Lourdes Intriago y no me pude contener más, comencé a llorar. Ella me dio aliento con sus palabras, me explicó los efectos que podrían causar las quimioterapias y que debía ser constante y paciente que todo valdría la pena a cambio de mi bienestar y con positivismo todo lo iba a superar.
Así comencé mis quimioterapias un 02 de septiembre, estas sesiones variaban semana a semana una las hacia hospitalizada por tres días y otras ambulatorias por seis horas. La primera vez me lleve una gran impresión todas mis compañeras de cuarto estaban sin cabello y otras vomitaban por efectos del tratamiento. Volví a decirle a mi mamá que me quería ir y me repetía con insistencia a mi misma ¿por qué me pasa esto a mi?.
Ahora estoy igual a mis compañeras, sin cabello y uso gorras o pelucas. Mi madre ha sido mi apoyo incondicional, está junto a mi en todo momento, la quiero muchísimo, agradezco todos los días poder tenerla y contar con ella y con mi papá. Los amo papitos siempre se los he dicho.
Los días pasan entre quimio y quimio,  me acostumbré a venir a SOLCA, he hecho nuevos amigos tanto personal del hospital como pacientes. He aprendido mucho de todo esto y aunque hay días en los que me deprimo un poco y me provoca abandonar todo y no venir mas, aquí sigo “en pie de lucha”.
Pasaron los días y los meses, hasta que llegó el momento de una cirugía de pulmón izquierdo. Para esta operación me valoraron los doctores Xavier Kon, Néxar Ganchoso, Victor Daza y Vicente Villacreces y la fecha de cirugía fue para un 20 de abril del 2010. Mi doctor divino Miguel Cedeño me dijo; Katherine suerte estas en buenas manos al del Dr. Aaron Bello.
Cuando desperté tenia puesto el tubo endotraqueal y me encontraba en la unidad de cuidados intensivos con oxigeno y suero. Pasé una semana internada en el primer piso de hospitalización; médicos, psicólogas muy atentos por mi al igual que mis familiares a quienes los quiero y los amo muchísimo.
Me puse en las manos de papito Dios, porque a pesar de todo Él nunca nos abandona tengamos fe y sobre todo mucha oración. Aunque no lo crean la oración mueve montañas son ya siete meses que no recibo quimioterapia mi cabello empezó a crecer ahora solo estoy en control cada dos meses y cada cuatro meses me realizo exámenes de sangre, RX, ecografías y yo me siento de maravillas.
Gracias a mis tíos, primos, amigos por apoyarme siempre y por esas palabras que las tengo gravadas en mi mente “flaca tu puedes, eres fuerte y valiente”, a mi tía Juliana por decirme que me admira ¡los amo!
Quiero decirle a las personas que lean este testimonio que lo que nosotros vivimos día a día no es fácil, sin embargo con fe optimismo y perseverancia podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos. La familia es un apoyo fundamental, refúgiense en ellos recuerden que a pesar de todo la vida es bella y es una sola.
El cáncer es una batalla muy dura, pero voy a salir triunfadora.
Su amiga de siempre
Katty Santana B.